DIOS
Cuando llegue el día que mi voz se calle,
cuando mi barca,
ya cansada,
se acerque sedienta hasta tu orilla.
Cuando mis letras
queden
suspendidas en los labios
que saciaron mi sed.
Cuando sea la hora…
Cuando mi espíritu se eleve hacia ti
lleno de luz y paz sublime
déjame vestir el alma
por última vez
con sus ojos.
Quino©
Derechos Reservados
de texto e imagen